Postres de la abuela: sabores que nos devuelven a la infancia

Prepara estos postres de la abuela y revive esos momentos especiales en la cocina de tu infancia.

Hay olores que, de golpe, te transportan a otro tiempo…

Basta con que el aroma de la canela, el limón y el azúcar caliente inunden la cocina para que, de repente, vuelva a ser una niña, sentada en la mesa de mi abuela, esperando con ansias que su magia obrara una vez más.

¡Porque sí, mi abuela tenía ese don!

Sus postres no eran solo dulces, eran recuerdos, historias y momentos compartidos.

Hoy y ahora, cada vez que deseo revitalizar esos momentos, regreso a su recetario, a esos compuestos sencillos, pero rebosantes de amor familiar que determinaron mi niñez.

Pero si tú, igual que yo, deseas hacer el viaje de regreso a los sabores caseros, los de toda la vida, entonces no puedes perderte estas recetas de postres de toda la abuela española.

3 postres de la abuela para hacer de adulta

Cuando era niña, ver a mi abuela cocinar era casi como presenciar un acto de magia.

Las manos arrugadas, pero firmes, el aroma dulce llenando la cocina, el sonido del cucharón raspando la olla…

Todo formaba parte de un ritual que, en aquel entonces, yo solo observaba con fascinación.

Ahora, ya adulta, me encuentro intentando recrear esos mismos sabores, y aunque al principio parecía imposible, descubrí que no se trata solo de seguir una receta.

¡Se trata de cocinar con el corazón, como ella lo hacía!

Leche frita – La joya de las meriendas

Si había algo que me fascinaba, era ver cómo mi abuela convertía un simple vaso de leche en una delicia increíblemente cremosa por dentro y crujiente por fuera.

La leche frita era su especialidad, y aunque parecía magia, en realidad solo era paciencia y mucho cariño.

Ingredientes:

  • 500 ml de leche
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de maicena
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 cáscara de limón
  • Harina y huevo para rebozar
  • Aceite para freír
  • Azúcar y canela para espolvorear

Preparación:

  1. En un cazo, calienta la leche con el azúcar, la cáscara de limón y la vainilla.
  2. Diluye la maicena en un poco de leche fría y añádela a la mezcla caliente, removiendo hasta que espese.
  3. Vierte la crema en un molde y deja enfriar hasta que solidifique.
  4. Corta en cuadrados, pásalos por harina y huevo batido y fríe hasta que estén dorados.
  5. Espolvorea con azúcar y canela y sírvelos aún templados.

La mejor parte era el primer bocado, cuando el interior seguía suave y cremoso.

Sabía a infancia, a tardes en la cocina y a abrazos de abuela

Natillas caseras – Las que siempre venían con galleta

Era matemático: si en la despensa de mi abuela había galletas María, era porque pronto habría natillas.

Y lo mejor era cuando, con mi cuchara, intentaba rescatar la galleta antes de que se hundiera por completo.

Ingredientes:

  • 500 ml de leche
  • 100 g de azúcar
  • 4 yemas de huevo
  • 1 cucharada de maicena
  • 1 rama de canela
  • Cáscara de limón
  • Galletas María para decorar

Preparación:

  1. Calienta la leche con la canela y la cáscara de limón.
  2. En un bol, bate las yemas con el azúcar y la maicena hasta que no haya grumos.
  3. Vierte la leche caliente poco a poco sobre la mezcla de yemas, removiendo sin parar.
  4. Vuelve a poner todo en el fuego y cocina a fuego lento hasta que espese.
  5. Sirve en cuencos y coloca una galleta en cada uno.

Si había algo mejor que comerse una natilla, era raspar el fondo del cuenco con la cuchara para no dejar ni rastro.

Flan de huevo – La receta más simple y deliciosa

El flan de mi abuela tenía un sabor inigualable.

No sé si era la paciencia con la que lo hacía o el molde de toda la vida, pero cuando lo desmoldaba y caía el caramelo por los lados, sabíamos que había merecido la pena esperar.

Ingredientes:

  • 500 ml de leche
  • 4 huevos
  • 100 g de azúcar
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • Caramelo líquido

Preparación:

  1. Precalienta el horno a 180°C.
  2. En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que se mezclen bien.
  3. Añade la leche y la vainilla y mezcla.
  4. Vierte caramelo en el fondo de un molde y añade la mezcla del flan.
  5. Cocina al baño maría en el horno durante 45 minutos.
  6. Deja enfriar, desmolda y disfruta.

Lo mejor era cuando mi abuela decía: “Uno más pequeño para ti”, y me lo daba aún templado.

Revivir la infancia a través de los postres de la abuela

¡Si alguna de las recetas también te transportó a tu niñez, anímate a hacerla!

De hecho, puedes encontrar otras recetas mágicas de tu infancia, tal y como las hacía tu abuela, en YouTube, o en aplicaciones especializadas en Google Play o App Store.

¿Y si nunca las has probado, ya tienes tu primera tarea para este fin de semana, qué tal?

Ahora, dime, ¿hay alguna receta que te mita algo de tu infancia?

¡Hazle saber a alguien querido que amas estos postres de toda la vida y juntos hagamos que estas recetas jamás olvidadas vuelvan a ser conocidas por todo el mundo!